viernes, 27 de agosto de 2010

Cobra fuerza idea de alzar impuestos a comida “chatarra”

En segundo trámite constitucional en la Cámara de Diputados se encuentra el proyecto de ley sobre “composición nutricional de los alimentos y su publicidad” que el senador PPD, Guido Girardi, presentó hace tres años junto a otros parlamentarios para prohibir la venta de comida chatarra en establecimientos educacionales y su difusión. Además de exigir un rotulado especial a estos alimentos que indiquen la cantidad de sal, azúcar y grasas saturadas que contienen.

“Queremos hacer de la prohibición de la venta de comida chatarra, de su publicidad y del aumento en los impuestos de la comida basura una política central”, fueron las palabras con las que el parlamentario hizo eco de las declaraciones del ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien sostuvo a un medio de comunicación la posibilidad de aumentar el impuesto a la comida chatarra.

“Quiero valorar lo que señala Mañalich. Nosotros (la Concertación) no logramos nunca que nuestros ministros, producto de las presiones que tenían dentro del gobierno, se plantearan favorables al impuesto al tabaco, a las grasas y al alcohol duro. Yo valoro que este ministro lo haga y espero que tenga recepción en un gobierno que está lleno de conflictos de intereses”, afirmó el presidente de la Comisión de Salud del Senado.

Girardi agregó que “todos los alimentos que tengan exceso de azúcar, sal o grasa tendrían que tener un impuesto adicional que puede ser del 20% y también hay que bajar el impuesto a los alimentos saludables”.

Una opinión similar es la que tiene el diputado de la misma colectividad y miembro de la Comisión de Salud de la Cámara Baja, Enrique Accorsi, quien manifestó “en el Parlamento hemos estado desde hace muchos años incentivando la alimentación saludable, primero legislando respecto a la rotulación de los alimentos y después buscando normar el exceso de grasa y sal”.

Informar mejor

Un sentir muy distinto al del diputado UDI y miembro de la misma comisión, Patricio Melero, quien aseveró “es un tema que hay que analizar. Sin duda se inscribe dentro de las posibilidades para tener una alimentación más sana pero soy partidario de informar mejor a la gente sobre los efectos nocivos del consumo habitual de esa alimentación en vez de aumentar el impuesto”.

Por su parte la senadora UDI Evelyn Matthei afirmó “estar de acuerdo con que ciertos alimentos se graven, pero poniendo atención en la decisión de qué tipo de alimentos”.

Dentro de la misma colectividad el senador Hernán Larraín sostuvo que “comparto cualquier medida que busque desincentivar el consumo de alimentos nocivos para las personas”, aunque reconoció no conocer los detalles últimos del proyecto.

“Interesante”

Siempre dentro de la Alianza por Chile, el senador RN Francisco Chahuán calificó como “interesante el guiño realizado por el ministro Mañalich a la fijación de un impuesto a la comida chatarra “para los efectos de avanzar en materia de prevención de obesidad infantil y contribuir, de paso, a generar recursos para el plan de reconstrucción”, sostuvo.

Los dueños de cadenas de comida rápida comunicaron a través de la Asociación Chilena de Gastronomía que “lo que queremos en vender productos que hagan bien y para eso, más que alza de impuestos, hay que tener directrices claras y técnicas acerca de qué es lo conveniente vender y qué no”, afirmó su presidente, Fernando de la Fuente”.

Girardi indicó que el proyecto de ley, ingresado en el 2007, busca revertir las negativas cifras existentes en nuestro país sobre obesidad infantil y enfermedades crónicas no transmisibles como el cáncer, accidentes vasculares o infartos. “Todos estos males tienen relación directa con lo que uno come; la cantidad de grasas, de sales y con la actividad física que hace”, dijo.

Los índices del mapa nutricional de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) muestran que, hasta hace un par de años, cerca del 45% de los niños en etapa preescolar sufrían de sobrepeso u obesidad, tendencia que aumentaba sostenidamente año tras año. Además el 20,8% de los alumnos que cursan primero básico sufre de obesidad. Al respecto el senador Girardi sentenció “hemos fracasado absolutamente en nuestras políticas de control de la obesidad y particularmente en niños”.